martes, 17 de diciembre de 2013

Del Descanso del Oso.... ¡apunto de Despertar!




Parar, concentrarse, autoregular, procurarse auto-cuidado y saber escucharse a si mismo...lo que podría llamarse también un alto en el camino, un resguardarse a la sombra, un refugiarse, un saber detenerse para observar, integrar, digerir, asimilar, descubrir, un dormir para un más expandido despertar.... como los osos cuando invernan...como el gusano cuando en su capullo parece no existir, pero esta obrándose el milagro de una gran transformación.

 ¿Por que no puedes parar? ¿Por que te dejas atrapar por la ansiedad de la prisa, del correr por correr? ¿No será que no quieres observar donde verdaderamente estas? Partir de donde no estas, para llegar a donde no podrás llegar, no parece tener mucho sentido. Luego entonces hay que saber parar. Hay que atreverse a observar. Hay que ser tan sincero con uno mismo y tan honesto como se lo exiges a los demás. Darse cuenta, no es juzgarse. Darse cuenta, no es compararse. Darse cuenta es aceptar, comprender, acogerse, acompañarse con comprensión, con capacidad de auto-aceptación, y despertando para con uno el elevado arte de la compasión. Desde ese arte del parar, habiéndose hecho un ser más comprensivo, acogedor, empático pero también asertivo, y habiendo desarrollado primero para con uno la justa y necesaria compasión, nuestro caminar será otro muy distinto. Despertará en tí un magnetismo transformador, donde ya no correrás solo hacia ninguna parte, caminarás tomando de las manos a otros, disfrutando simplemente del viaje, sintiendo que la mirada del otro, es la linterna que pone luz hacia Itaca, que es mejor caminar acompañado, que correr desorientado hacia ninguna parte.

Todo..absolutamente todo tiene su tiempo. Aceptar el ritmo del cotidiano y pulsar orgánicamente con ese ritmo es el modo más adecuado para evaluar nuestra integración. Sí vemos que nuestro discurso es uno, y nuestros actos y en ocasiones ciertos pensamientos son otros , en nada biocentricos, sabremos que queda camino por andar.

Esto nos tiene que llevar a enfocarnos a saber valorar cada oportunidad que se nos presenta, en lugar de desdeñar con apatía y fastidio cada reto que nuestro guía en el camino nos plantea...el adulto lo es, en tanto en cuanto sabe reconocer en el otro, un guía más de vida, un instructor en el mutuo camino del aprendizaje existencial.

El buscador sincero, no se aflije por la sabiduría ajena, se alegra por tener cerca a otros que se limitan a devolver a los demás lo que un día lees fue entregado.

Todo lo que damos nos fue entregado, todo lo que recibimos tendrá que llegar a servir a otros algún día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario. Moderamos los comentarios para evitar Spam. En breve, sera publicado, un saludo,

Victor Núñez.