martes, 7 de mayo de 2019

TIEMPOS LIQUIDOS: FUEGOS ARTIFICIALES


Necesitamos enterarnos del mundo en el que vivimos. Todo esta cambiando a un ritmo vertiginoso. Es lo que el sociólogo polaco Zygmunt Bauman  define como modernidad liquida. En la vida líquida según Bauman, la sociedad se basa en el individualismo y se ha convertido en algo temporal e inestable que carece de aspectos sólidos. La vida líquida es una sucesión de nuevos comienzos con breves e indoloros finales. Si hay algo que no queremos, son ataduras, ni el en amor ni en nuestra forma de vida.


En la era del consumismo, lo importante no es conservar objetos, sino renovarlos constantemente. Y en mi opinión, esto no se si lo dice Zygmunt Bauman, pero yo si que me atrevo a afirmarlo, lo estamos haciendo con las personas, las técnicas, el aprendizaje, los métodos y los procesos personales y grupales: queremos cambios, queremos novedad, queremos grandes fuegos artificiales. 



Lo peor de todo es que estamos consumiendo técnicas y métodos en vez de asumiendo procesos personales y grupales. A veces esos cambios son para evitar profundizar y encontrarnos con nuestra realidad. A veces la novedad solo busca satisfacer la mente y la emoción enmudeciendo el corazón y el alma, a veces no nos damos cuenta que los fuegos artificiales duran un momento, un chispazo, un vislumbre y que lo verdadero, lo auténtico, lo profundo, solo emerge si permaneces atento, si tu escucha está afinada. Es en el poder de la repetición y la integración de adquirir esa habilidad, donde emerge finalmente el tesoro. Correr a frotar decenas de lámparas para ver si aparece el genio, es desconocer que a veces hay mucho polvo que retirar primero para poder rescatar el brillo de la lámpara que hará aparecer al genio.