lunes, 18 de abril de 2011

COMO POLLUELOS EN EL NIDO, DESPLEGANDO ALAS


Este sábado, se olía en el ambiente. Los participantes, como poñuelos reunidos al calor de un nido afectivo, un nido profudamente humano, sacudían sus alas, como preparándolas para alzar su vuelo. Dar los pasos necesarios que se requieren, para asomarse al espacio abierto, desplegar las alas y volar rumbo a un nuevo horizonte. Otear a vista de pájaro, todas las posibilidades que en la expresión de nuestros potenciales geneticos, se abren para una vida más plena.

Y el polluelo, en sus primeros saltos, puede caer al suelo, mareado, todavía un poco indeciso, o magullado por el ímpetu primerizo de todo el que comienza y se deja llevar por un sano entusiasmo, que a la vez es el más determinante de los maestros: La enseñanza de la experiencia.

Queridos hermanos y hermanas de caminada, gracias a todos por vuestra entrega. El sábado os anuncie los nuevos retos, las nuevas propuestas que van a emerger en esta vuestro circulo sagrado:  BIODANZA ORAIN.
Poco a poco irán llegando nuevas maneras de extender las alas, aprender el vuelo, despegar para despertar nuestra plenitud. Vuestra valentía os llenará de gozo y crecimiento.

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Victor Núñez.