jueves, 23 de diciembre de 2010

La comunicación musical es una forma de empatía

Estudio revela los efectos de la música sobre nuestro cerebro y nuestras emociones

Fuente: Tendencias 21.

La música provoca emociones, ¿pero cómo lo hace? Un estudio reciente llevado a cabo por científicos de la Florida Atlantic University de Estados Unidos ha revelado algunas de las claves neuronales que propician esta respuesta emocional. En primer lugar, nuestro cerebro es sensible a los matices de las interpretaciones, que sólo pueden ser aportados por sus intérpretes. Esta sensibilidad aumenta en función de la experiencia musical que se tenga. En segundo lugar, la música activa dos áreas cerebrales concretas: la red motora, que nos permite seguir el ritmo de la música; y el sistema de neuronas espejo, que hace de la comunicación musical una forma de empatía. Por Yaiza Martínez.

Es bien sabido que la música provoca emociones. Pero, ¿por qué algunas piezas e interpretaciones musicales nos conmueven, mientras otras nos dejan indiferentes? ¿Por qué los músicos deben pasar años perfeccionando la interpretación de los sutiles matices que pueden hacernos llorar?

Un equipo de científicos de la Florida Atlantic University (FAU), de Estados Unidos, ha conseguido ahora identificar los aspectos musicales clave capaces de causar emociones relacionadas con nuestra actividad cerebral.

Además, según publica la FAU en un comunicado, los investigadores han mostrado por vez primera los efectos de los matices de la interpretación musical en el cerebro, a tiempo real.



Expresiva y mecánica

Edward Large y Heather Chapin, principales autores de la investigación, creen que los resultados obtenidos permiten explicar cómo las interpretaciones musicales activan los centros emocionales del cerebro.

Asimismo, afirman que la técnica empleada en su estudio propiciará la aparición de nuevas formas de análisis de las respuestas a la música y a otros estímulos emocionales.

Para la investigación, los investigadores registraron en primer lugar la interpretación musical de una pieza de Frédéric Chopin, realizada por un experto, en un piano computerizado (interpretación “expresiva”).

Después, los científicos sintetizaron una versión de esta misma pieza usando un ordenador, sin incluir en esta segunda versión los matices de la interpretación humana (interpretación “mecánica”).

Las dos versiones de la pieza de Chopin utilizada presentaban los mismos elementos musicales: melodía, armonía, ritmo, tempo y sonoridad, pero sólo la “interpretación expresiva” incluía las variaciones que los pianistas aplican para evocar respuestas emocionales en los oyentes.

Estudio en tres fases

Large y Chapin presentaron posteriormente estas dos versiones a un grupo de voluntarios con alguna afinidad con la música.

Mientras éstos escuchaban la pieza en ambas versiones, los investigadores analizaron su comportamiento y registraron imágenes de su actividad cerebral. Para ello, utilizaron la llamada tecnología fMRI, que consiste en un escáner que detecta los cambios en el flujo sanguíneo del cerebro, relacionados con la actividad neuronal de éste.

El experimento de escucha se realizó en tres fases. En la primera, los voluntarios informaron de sus respuestas emocionales al escuchar ambas versiones, y a tiempo real, a través de un programa informático especializado.

Inmediatamente después de evaluar sus emociones, los voluntarios fueron sometidos al análisis con fMRI, mientras volvían a escuchar ambas versiones de la pieza escogida. Al terminar esta fase, se les pidió a los participantes que volvieran a evaluar sus emociones en función de cada versión.

El estudio fue realizado en tres pasos para asegurar la consistencia entre la información facilitada por los voluntarios y los resultados obtenidos con el escáner de fMRI, explican los investigadores.

Experiencia y placer

La tecnología fMRI sirvió como herramienta clave para el análisis de aquellas áreas del cerebro que se activan como respuesta a la música. El análisis de la actividad cerebral estableció una comparación entre las respuestas neuronales a la actuación expresiva y las respuestas neuronales a la actuación mecánica; y también entre la actividad neuronal de los oyentes con mayor experiencia musical y los menos experimentados.

Por último, el análisis permitió comparar también los cambios de tempo de la interpretación musical con las activaciones neuronales de los oyentes, a tiempo real.

Los resultados obtenidos confirmaron la siguiente hipótesis: una interpretación expresiva llevada a cabo por un virtuoso pianista provoca gratificación y emociones, vinculadas con la actividad neuronal. Además, aquellos oyentes con mayor experiencia musical presentaron una actividad incrementada en los centros de emoción y recompensa del cerebro, en comparación con el resto de los participantes.

Según explica Large: “Los voluntarios que contaban con alguna experiencia musical no eran músicos profesionales, pero habían tenido alguna experiencia interpretando música, como cantar en un coro o tocar en un grupo”.

Los datos de la fMRI obtenidos sugieren, por tanto, que en los oyentes la experiencia musical está relacionada con una activación neuronal mayor al escuchar música.

Sin embargo, señala Large, a partir de estos datos no se puede establecer si dicho incremento en la activación neuronal está causado por la experiencia musical o si es el hecho de que algunas personas tengan una predisposición neuronal mayor a sentir placer con la música, lo que hace que busquen más que otras personas el tener experiencias musicales.

Una forma de empatía

Además de estas comparaciones, los datos del escáner fMRI revelaron la actividad neuronal que provocan los matices de la interpretación musical, a tiempo real.

Estas activaciones neuronales se produjeron en las siguientes áreas del cerebro: la red motora cerebral, que se piensa sería responsable de nuestra capacidad de seguir el ritmo de la música, y el sistema de neuronas espejo.

Este sistema, que se activa cuando observamos a otros realizando cualquier acción, parece jugar un papel fundamental tanto en la comprensión como en la imitación de las acciones ajenas.

Según Large, “anteriormente, se había pensado que el sistema de neuronas espejo proporciona un mecanismo que permite a los oyentes sentir la emoción del intérprete, lo que haría de la comunicación musical una forma de empatía. Nuestros resultados respaldan esta hipótesis”.

Los científicos detallan en artículo publicado en la revista PlosOne las características y resultados de su estudio.




domingo, 5 de diciembre de 2010

EL CONECTOMA

Un nuevo cientifico está surgiendo, con un espiritu abierto, integrador, sin los excesos racionalistas, atomistas y reduccionistas del pasado siglo XX. El trabajo de Sebastian en torno al concepto de
CONECTOMA,vuelve a versar sobre la plasticidad neuronal y como las experiencias diarias y las vivencias, acaban provocando cambios en nuestro basto tejido neuronal. SOY UN CONECTOMA, afirma de modo jocoso este ameno divulgador de las neurociencias.

UN SEGUNDO CEREBRO: EL INTESTINO

Este blog, pretende ser además de un medio de feedback y comunicación con todos los que participáis de nuestros talleres, una plataforma para profundizar en  las bases científicas de Biodanza y los aportes que recientes investigaciones o nuevos paradigmas hacen al desarrollo de nuestro modelo teórico.

En otra  ocasión presentaremos un aporte que nos sirve para ilustrar en parte, el reciente descubrimiento de una basta red neuronal en nuestro intestino. El vídeo que añadimos a continuación no desarrolla pero si reconoce la conexión entre el intestino y el sistema limbico-hipotalamico o el centro neurálgico de las emociones.Rebela a este cerebro, como un sistema autónomo, con 500 millones de células, 100 millones de neuronas, entre las que encontramos 20 tipos distintos.  Es un cerebro que piensa por sí mismo, intercambia y comparte información con el cerebro superior, es capaz de optimizar lo que digiere, posee microcircuitos autónomos, desarrolla una importante sensibilidad química y mecánica, y genera y dirige la secreción de hormonas y enzimas necesarias para la digestión. Otro elemento importante a tener en cuenta, es que en este cerebro encontramos el centro inmunologico mayor y más importante de nuestro organismo. Nuevas ramas de la medicina, como la psiconeuroinmunoendocrinología, estudian la importante conexión existente entre cerebro (el estrato sobre el que asienta la mente, y por tanto el pensamiento), sistema nervioso e inmunológico y sistema endocrino.

Para biodanza, destacamos como importante, el como el trabajo con la música, el movimiento, las sensaciones orgánicas y cenestésicas, la reeducación corporal, la peristalsis y la motilidad, producen un flujo de estimulos y nuevas informaciones que balancean los sistemas hasta producir los efectos ya demostrados en estudios cientificos en la Universidad de Leizpig. Es curiosa la coincidencia razonable y logica, de los resultados de esos estudios, que hablan de efectos importantes en el sistema inmunologico, y el hecho de que el intestino guarda la zona defensiva más importante del organismo. Estas defensas podrían no solo cumplir un papel organico-biologico frente a amenazas virales. Podrían existir conexiones también con reacciones defensivas de tipo psicológico y vivencial. De hecho, llegados a este punto es importante tomar en cuenta, que los sentimientos, frente a la errónea idea de pensar que surgen del corazón, son reacciones viscerales, algunos estudiosos de hecho apuntan a que este segundo cerebro, es un cerebro emocional.

Los ejercicios de biodanza que trabajan sobre esta zona producen sus efectos importantes. Es sabido también por otras disciplinas, que muchos bloqueos emocionales se hayan concentrados en el diafragma (músculo-capa de tejido que se sitúa entre los pulmones y los intestinos) y que liberar el diafragma ayuda a solucionar dicho atasco emocional. Espero que sirvan estos apuntes a entender por que incluyó este video en el que se centran más en las relaciones de sus funciones digestivas que las implicaciones que acabo de describir y que si guardan una importante relacion con el trabajo en Biodanza

miércoles, 1 de diciembre de 2010

BIODANZA ORAIN EN SU ANIVERSARIO: CON FUERZAS RENOVADAS

En realidad comenzamos nuestras actividades preparativas en Noviembre de 2009. Nuestro primer taller fue en Febrero de 2010.  Pero podemos decir que hemos cumplido un año como iniciativa. Y estamos con más ilusión, ganas y fuerzas que nunca. Prueba de ello es que ya tenemos adelantados los preparativos de nuestros próximos talleres. En Diciembre con Angel Vecino de Madrid, y en  Enero una propuesta muy especial de taller intensivo ATRAPANDO SUEÑOS, que podréis descargar toda la info de la columna lateral de este blog.

Ya hemos cerrado fecha y facilitadora para el Taller de Iniciación de Enero. Aline Eick, Brasileña afincada en Barcelona de la que os adelantamos foto y su biografía curricular. 


Aline Eick es una facilitadora autorizada IBF, que reside en Barcelona. De origen Brasileño e hija de Silvia Eick, (directora de la Escuela de Biodanza de Barcelona, junto con Luis Otavio Pimentel, actualmente en Brasil) tiene formación En Empresa Internacional y un Máster en Dirección de proyectos por la UB (Universidad de Barcelona).  Desarrolla proyectos con marcado carácter social. Es Didacta autorizada desde Noviembre de 2009. Desde hace tres años dirige un grupo regular de Biodanza.
A impartido en el Colegio La Salle  Horta, Biodanza para niños, de 6 a 10 años. Biodanza contempla la acción social como parte importante de nuestra misión en el mundo. Y Aline desarrolla en estos momentos un proyecto para Save The Children.  Este año además, iniciará otro proyecto para Aldeas Infantiles SOS, con adolescentes de los pisos de acogida y padres que les han retirado la custodia de sus hijos. Aline se muestra encantada de venir a nuestra tierra, donde siempre se ha sentido muy bien acogida. “La verdad es que me siento como en casa, con un pueblo integro, potente, y presente” añade.